TALLER DE EMOCIONES POSITIVAS
SOBRE LAS EMOCIONES
QUÉ SON LAS EMOCIONES
Las emociones son estados psicofísicos transitorios que surgen para entender y responder a las situaciones de la vida. Las emociones implican cuatro ingredientes integrados en el cerebro: estados del cuerpo, intenciones o reacciones, memoria del pasado y creencias o interpretaciones.
Los estados del cuerpo son cambios fisiológicos que tienen como propósito proveer soporte y recursos para responder a lo que se presenta. Las intenciones o reacciones son estas respuestas. La memoria del pasado, las creencias e interpretaciones intentan generar una comprensión de lo que ocurre a través de patrones de experiencia previos.
Esto ocurre ya sea con las emociones negativas o positivas. Las emociones negativas involucran usualmente diferentes niveles de activación del sistema de amenaza (y estrés), y vienen marcados por la experiencia subjetiva de ser desagradables, en la mayoría de los casos esto ocurre en emociones como la ira y el miedo y la tristeza.
Las emociones negativas pueden sernos útiles si sabemos transformar el estado de cuerpo que las sostiene y hacer a un lado las creencias y juicios, y escuchar el mensaje que está detrás de ellas, que tiene que ver con necesidades no satisfechas. La dificultad está en que los cambios de cuerpo y reacciones, así como las memorias y creencias de las emociones negativas tienden a venir informadas por las reacciones básicas del estrés: luchar, huir o paralizarte, lo cual limita enormemente nuestra capacidad de responder creativa o constructivamente en las situaciones en las que surgen. Este es todo un entrenamiento que hacemos en los talleres de Conciencia de las Emociones I y II en Yoga Espacio.
En este taller nos ocupa el tema de las emociones positivas que integran un estado de cuerpo no informado por el sistema de amenaza y el estrés, o sea un cuerpo calmado y equilibrado, así como experiencias previas de bienestar, serenidad, claridad, ecuanimidad, compasión, gratitud, alegría, etc.
El objetivo del taller de Emociones Positivas es incrementar la presencia de este tipo de estados psicofísicos en nosotros, tanto por el bienestar general de salud que conllevan, como por su potencial para generar pensamientos y acciones creativas y constructivas tanto en el ámbito personal como en las relaciones interpersonales y en nuestras comunidades.
En general las emociones positivas generan un estado mental optimista, lo cual no quiere decir que veas todo color de rosa, sino que es un estado psicofísico (cuerpo y mente) que te permite responder desde la ecuanimidad y la amabilidad para entender las situaciones con sabiduría y así poder construir bienestar para ti y para otros.
SOBRE LA PRACTICA DE UNA FIGURA POSITIVA
Esta práctica consiste en recordar a una persona positiva que hayas conocido en la vida. Alguien que te ha inspirado por su positividad o su ecuanimidad o bondad. Se trata de recordarla lo mejor que puedas, y conectarte con las experiencias o vivencias en las que esta persona te inspiró, ya sea porque tu mismo recibiste su positividad o la viste expresada en otros.
También se puede hacer con seres no humanos, como algún animal, y puede ser muy bonito también. Sin embargo hay una fuerza importante en que sea un ser humano que has conocido.
El propósito de la práctica es conectarte con una figura positiva que pudiera ser un modelo de positividad para ti, y que al hacerlo te permita conectarte y hacer más conscientes en ti las mismas cualidades que aprecias en ella. Se puede hacer también con figuras históricas o míticas y también tiene su fuerza.
MEDITACIONES DE LA SEMANA
CONTACTANDO UNA FIGURA POSITIVA (15 MIN)
GRATITUD Y BIENESTAR AL CUERPO (35 min)
SOBRE LA PRÁCTICA DE GRATITUD AL CUERPO
CONCIENCIA DEL CUERPO CON GRATITUD Y DESEO DE BIENESTAR
Esta práctica consiste en recorrer tu cuerpo ya sea de cabeza a pies o al revés, y detenerte en cada parte del cuerpo que quieras, sentirla con curiosidad y aceptación amable, darle tiempo a sentirla bien. Y luego reflexionar un momento para qué te ha servido en la ida esa parte, qué función cumple, y recordar estas cosas. Como por ejemplo, las piernas y los pies, sentirlos primero bien, luego recordar que los usas para caminar, para andar en bici, para jugar pelota, para subir montañas, recordar algunas escenas de estas actividades en tu vida (o las que hayas escogido recordar) y luego decirle a los pies: gracias, pies, porque me han permitido hacer estas cosas. Y deseo que estén bien, que tengan salud. Y luego vuelves a sentir un rato los pies, como recibiendo las mismas palabras que acabas de expresar. Y así con el resto del cuerpo.
El propósito de la práctica es desarrollar una actitud de gratitud y cuidado hacia tu cuerpo, al mismo tiempo que desarrollas una mayor capacidad de sentir tu cuerpo (la habilidad de la interocepción). La combinación de las emociones positivas junto con una mayor sensibilidad y conciencia de tu cuerpo tiene un efecto profundo de bienestar emocional y físico.
Puedes hacer la práctica de manera extendida, como lo hicimos en la sesión, que fue de unos 36 minutos, más o menos, o puedes hacerla más corta. Puedes hacerla con la guía de audio que está a continuación, o puedes hacerla tu solo, asegurándote de que has captado bien cómo se hace.
CONTACTO CON ZONAS “EXILIADAS”.
A través de la práctica de conciencia del cuerpo uno va descubriendo zonas que parecen estar exiliadas, o desterradas, por diferentes razones. En general estas zonas están ligadas a energía emocional aflictiva que puede o no ser visible a la conciencia en un inicio. Usualmente son zonas de tensión que no sentimos y alrededor de las cuales hay una carga de significado negativo que puede producir tensión o por lo menos desconectarse del resto del cuerpo. He aquí unas áreas exiliadas comunes:
1. Zonas Bloqueadas. Partes del cuerpo que parecen ocultarse a la conciencia, es decir, parecen no “querer ser vistas ni sentidas”.
2. Zonas lesionadas. Áreas del cuerpo donde hubo un trauma de algún tipo, ya sea una lesión, una operación, o abuso.
3. Zonas asociadas a eventos traumáticos del pasado.
Es muy importante incluir estas sensaciones durante nuestros recorridos. Quizás en un inicio no haya sensibilidad en estas zonas, o quizás cuando pasamos por ellas con la atención consciente resulta muy doloroso contemplarlas o las evitamos. No obstante, si perseveramos manteniéndonos conscientes de ellas amablemente, con paciencia y receptividad, con el tiempo le energía bloqueada en ellas comenzará a liberarse e integrarse.
OTROS EJERCICIOS SUGERIDOS ESTA SEMANA
Además de las meditaciones, te recomiendo estos ejercicios:
1. En la vida cotidiana observa y toma nota de los momentos en que alguien hace algo (aunque no sea para ti) positivo, como ayudar, escuchar, ser amable, etc. Subraya el momento con atención consciente.
2. Escríbele una carta o un poema a tu cuerpo, igual que la práctica que hicimos, enfocando en gratitud y bienestar.
3. Escribe una pequeña biografía tuya de una cuartilla, desde la perspectiva de la resiliencia, o desde la perspectiva de la compasión. Resiliencia es la capacidad de remontar obstáculos, o de salir adelante. Compasión es ayudar a otras personas sobre todo en momentos de aflicción (ellas). Todos nos contamos historias sobre nosotros, pero no nos damos cuenta que en el contar hay una selectividad que a menudo es sesgada hacia los problemas y lo que ha salido mal, o nos juzgamos o regañamos por cosas que hicimos o no hicimos. En este caso quieres practicar contar otra versión. No es inventar nada que no pasó, sino subrayar esos momentos y episodios de la vida en los cuales se asomó tu propia naturaleza luminosa, creativa, ingeniosa, y amable.
RESUMEN DE LA SESIÓN
En esta segunda sesión hicimos tres prácticas:
1. RECORRIDO DEL CUERPO CON AMOR
2. AMOR Y CUIDADO A UNO MISMO
3. RECORDANDO LOS AMIGOS DE LA VIDA
En la pestaña de mediaciones, abajo, están los audios de las prácticas para que practiques esta semana.
La secuencia que seguimos hoy sigue una metodología que consiste en primero reconectarnos con el amor en nosotros mismos, luego desarrollar y fortalecer el cuidado y el afecto a nosotros mismos, primero el cuerpo de abajo a arriba, y luego amor al ser humano que somos. Esto prepara al cuerpo y al sistema nervioso para producir emociones positivas, pues una gran parte de las emociones positivas surge de las experiencias de amor, cuidad y afecto.
La práctica de recordar amigos de la vida, después de haber hecho las anteriores, tiene como objeto desarrollar las emociones positivas que surgen de las conexiones con otras personas, especialmente de las conexiones con quienes percibimos aliados o amigos.
En una pestaña de abajo está un cuadro de emociones positivas, donde podrás ver las que tienen que ver con conexión con otras personas. Y en otra pestaña se explican algunos puntos importantes de la práctica de recordar amigos de tu vida.
SOBRE LA PRÁCTICA DE RECORDAR AMIGOS
Esta es una práctica antigua que se utiliza mucho en los entrenamientos espirituales para reconectarnos con la dimensión de la amistad y las emociones positivas que de ahí se derivan. La práctica sirve además para contrarrestar la tendencia a construirnos una historia que se recarga en exceso en los eventos negativos de la vida . A eso se le llama en psicología el sesgo negativo.
La práctica consiste en recordar del pasado al presente tus amigos o amigas. Se trata de enfocarte solamente en la sensación de amistad y conexión que tuviste con ellas. Si puedes recordar detalles o escenas específicas es más profunda y poderosa la práctica. Puedes hacerla simplemente recordando escenas y sintiendo el efecto de la conexión y las emociones que surgen en tu cuerpo, o puedes también decir alguna frase de apoyo como “qué bonita amistad” o algo así.
Algunas desviaciones comunes en la práctica es que en vez de conectarte con la amistad que tuviste con la persona te conectes con lo mal que terminó esa relación, o si se murió la persona y entonces surgen más bien emociones de tristeza o enojo o frustración. En la práctica se trata de que tu tienes la capacidad de generar las emociones que tu quieras nutrir. Todo depende de a qué le pones énfasis en tu historia. En la práctica nota cuando te desvías ya sea hacia otras emociones, o cuando de plano te distraes en otra cosa. Regresa a recordar amigos y concentrarte en cada uno unos 20 o 30 segundos o más. Viendo su rostro, su mirada, alguna escena, detalles y solo concentrándote en la sensación de conexión con esta persona.
Es bien importante que notes que esta práctica se va cultivando y va creciendo en ti si la haces seguido durante un tiempo.
MEDITACIONES DE LA SEMANA
RECORRIDO DEL CUERPO CON AMOR
AMOR AL SER HUMANO QUE ERES
RECORDANDO AMIGOS DE LA VIDA
SOBRE LA PRÁCTICA DE AMOR Y CUIDADO AL CUERPO
Esta es la segunda práctica que hacemos para conectarnos amorosamente con el cuerpo. La semana pasada enfatizamos gratitud al cuerpo. Esta semana es amor y cuidado al cuerpo.
La práctica tiene como propósito que te vuelvas consciente y te familiarices con la conciencia amable y cuidadora que está en el fundamento del ser humano que somos, y que se vuelva robusta y presente en tu vida con mucho más regularidad.
Las emociones negativas o positivas surgen de los estados del cuerpo. Si tu cuerpo está estresado, tenso, y además estás desconectado de él o no lo cuidas, es más probable que experimentes con frecuencia emociones negativas. Si te éntrenas a conectarte con el cuerpo y permitir su regulación, como ocurre con estas prácticas, y además lo haces desde el principio natural del amor y el cuidado, sientas las bases para que surjan más fácilmente emociones positivas.
Estas prácticas conviene hacerlas un par de veces por semana si es posible, o por lo menos una. Irás notando con el tiempo que va cambiando tu relación con tu cuerpo y contigo mismo.
OTROS EJERCICIOS SUGERIDOS ESTA SEMANA
Además de las meditaciones, te recomiendo estos ejercicios:
1. Escribe un diario sobre tus amigos. Dedica diario, si puedes, unos 15 minutos a escribirle a un amigo en tu diario. Enfocando en celebrar la amistad. Si se te atraviesan desencuentros con el amigo, ve si puedes soltarlos, perdonar, comprender, y verlo como un ser humano como tu. Y enfocar en la conexión. Si no puedes, entonces escribe sobre otro amigo o amiga.
2. Diario piensa un momento en algún amigo o amiga y si es posible envíale un saludo.
3. Los amigos van y vienen, algunos se quedan más tiempo otros menos, pero la amistad es una dimensión que es importante mantener viva y no perder contacto con ella, es la dimensión que nos le permite a nuestro organismo sentir que tiene aliados, y eso para un ser humano es esencial. Todos los días conéctate con la dimensión de la amistad de alguna manera.
LISTA DE EMOCIONES
RESUMEN DE LA SESIÓN
En esta sesión comenzamos examinando cómo se construyen las emociones en los seres humanos para entender por qué hacemos estas prácticas, y afinar la manera en que las hacemos.
Después hicimos la práctica de recibir afecto, y finalmente una versión más o menos breve de la práctica de gratitud.
Consulta las pestañas correspondientes sobre estos temas abajo.
COMO SE CULTIVAN LAS EMOCIONES
Las emociones se van formando a través de las experiencias de la vida. Cada emoción, como por ejemplo, alegría, agrupa y conecta entre sí diferentes experiencias que tienen algo en común, como por ejemplo, en la alegría, un estado de cuerpo relajado y con cierto nivel de excitación, y cierto tipo de palabras que escuchamos o acciones que vemos y con muchos otros detalles. De tal manera que cuando se van construyendo la emoción de alegría en la vida, hay ciertas cosas que nos alegran, todas aquellas que se parecen a algo que en el pasado nos ha alegrado. Y también hay ciertos estados de cuerpo que nos conectan más fácilmente con las memorias alegres del pasado. Lo mismo pasa con todas las emociones, surgen de combinaciones de fragmentos de experiencias del pasado que han sido agrupadas dentro de esa emoción, y se despliegan cuando algo en el presente se le parece lo suficiente como para que el cerebro active esas memorias y las use como filtro para interpretar y leer el presente.
Las emociones se construyen y se cultivan a través de experiencias y también a través de a qué le prestamos atención y cuánto tiempo mental le damos a ciertas experiencias, recuerdos o pensamientos. Si todos los días piensas en algo que te hace sentir inseguro, entones los pensamientos de inseguridad y las emociones que de ahí se derivan, como ansiedad, temor, preocupación, miedo, pánico, etc., se irán reforzando y aparecerán más frecuentemente en tu vida, y habrá más cosas que pasen en el presente que activan esas memorias y emociones cada vez más. Entonces cuándo tiempo pasas pensando en algo es crucial, pues es lo que está nutriendo alguna emoción de algún tipo.
El sesgo negativo que vimos desde la primera sesión consiste en que en general ponemos más énfasis en recordar, pensar y darle vueltas a lo que nos estresa, a lo que tememos, y a lo que nos enoja. Y esto va haciendo que las perspectivas enojadas y temerosas de la vida y las emociones que las activan tomen fuerza de una manera exagerada y dominante. Que nuestra mente esté constantemente dominada por emociones negativas nos lleva a que nuestro sistema de amenaza y el estrés y las perspectivas de inseguridad y riesgo se vean magnificadas, muy por encima del o que es probable en la vida.
En este taller estamos enfatizando nutrir las emociones positivas que nos ayuden a equilibrar este sesgo, a través de recordar cierto tipo de eventos y sostenerlos unos minutos, de manera que los circuitos cerebrales que las representan se refuercen, y entonces tengamos más momentos en que tenemos una mirada positiva de la vida.
Una mirada positiva de la vida no quiere decir que ves todo color de rosa, sino que que tienes acceso a las funciones mentales y a los sistemas de regulación que te permiten confiar en tu capacidad de responder a la vida con recursos internos y externos. Las emociones positivas te permiten conectarte más fácilmente con otras personas, te permiten cuidarte mejor, ayudar a otros, disfrutar de la vida, aprender, tomar riesgos, gestionar las dificultades con mejores recursos mentales y emocionales. Esto se debe a que las emociones negativas tienden a activar el sistema de amenaza que bloquea muchas de las funciones mentales más útiles incluso para afrontar la adversidad. El dicho de “al mal tiempo buena cara” contienen esta sabiduría. Se afrontan mejor las situaciones inesperadas y desafiantes desde el amor y la positividad que desde la ira y el temor.
SOBRE LA PRÁCTICA DE RECIBIR AFECTO
El propósito de esta práctica es cultivar las emociones positivas que surgen de las experiencias de conexión y cuidado con otras personas a través de la vida. En la práctica traes a la mente diferentes personas y eventos o momentos con estas personas en las que experimentaste conexión y cuidado hacia ti, o afecto, de parte de ellas.
Las emociones que surgen de las experiencias de conexión, cuidado y afecto son extremadamente importantes porque son las que nos permiten sentir que en efecto hemos sido dignos de recibir afecto, cuidado o amor de otras personas a través de la vida. Esta práctica equilibra el sesgo negativo común en las personas, en que enfocamos en las memorias de desconexión, descuido, abandono o daño. Las emociones se construyen a partir de las experiencias de la vida, pero el sesgo negativo, la tendencia a enfocar en las experiencias dolorosas o de carencia, las cuales tienden a ser mucho más dominantes, justo porque las hemos recordado más. Todo aquello que recordamos más adquiere más fuerza en la mente, por el principio de neuroplasticidad del cerebro.
Entonces queremos practicar reforzar los recuerdos de experiencias positivas, en las que nos sentimos cuidados, conectados, vistos, apoyados, o recibimos afecto. Al principio uno parece que no encuentra nada, o muy pocos recuerdos. Con el tiempo te vas dando cuenta que todo es cuestión de practicar encontrarlas, y poco a poco van apareciendo. Recordar eventos positivos es un arte que implica ciertas habilidades y mucha constancia y paciencia. Uno examina algún período específico de la vida, y lo repasas de arriba abajo, buscando esos momentos de conexión o cuidado o afecto. Lo puedes hacer por período o por persona, en esta versión de la práctica hacemos ambas. Comenzamos primero recordando una memoria reciente, para ir activando por procesos mentales de recordar. Puede ser cualquier persona. Después nos vamos al pasado y podemos recordar un evento con cualquier persona en el pasado temprano, por ejemplo entre las edades de 5 y 12 años. Después recuerdas momentos o eventos con tu mamá, en este período también, y después con tu papá o figura paterna. Después exploras otras áreas de tu vida, buscando momentos de conexión, cuidado o afecto de otros hacia ti. Y luego terminas.
Durante el proceso de recordar es esencial que notes que a veces se cuelan otras emociones llevándote a otro tipo de recuerdos, como de pérdida, desconexión, descuido, abandono, etc. En estos momentos es crucial que te des cuenta que tu puedes decidir hacia dónde se va tu recuerdo. Entonces deja ir esas otras memorias y vuelve a buscar y encontrar eventos de conexión, cuidado y afecto.
No tienen que ser eventos grandes o intensos, pueden ser momentos que quizás los hemos categorizado como sin importancia, pero ahora los quieres recordar y darles importancia. Un momento de conexión es aquel en que estabas con una persona y te prestó atención la persona y en sus palabras y acciones te tomó en cuenta y te cuidó de alguna manera, hizo algo que satisfizo alguna necesidad tuya. A veces se trata de cosas muy prácticas, como por ejemplo, recordar un día que tu mamá te llevó al cine, o tu papá te llevó al parque y jugó pelota contigo. O el día que te regalaron algo que te gustó. O estabas enfermo y te trajeron medicinas o una sopa caliente. Si buscas siempre encontrarás que has tenido estas experiencias, y que si parece que no hay muchas es porque no tienen mucho peso en tu memoria. Cuando las recuerdas y las sabrosas y te fijas en detalles, en el contexto y en las sensaciones de cuerpo, y te quedas con ellas unos minutos, empiezan a cobrar fuerza.
MEDITACIONES DE LA SEMANA
Estas dos prácticas son una excelente manera de equilibrar el sesgo negativo. Esta semana te recomiendo practicarlas un par de veces cada una, y posteriormente volver a ellas una vez al mes, por lo menos. La de gratitud la puedes hacer diario en una versión más corta sin guía de auduio, antes de dormir, es una vacuna contra la depresión.
RECIBIR AFECTO (Versión en clase)
RECIBIR AFECTO (Otra versión muy poderosa)
GRATITUD (Versión que hicimos en clase)
OTROS EJERCICIOS SUGERIDOS ESTA SEMANA
Además de las meditaciones, te recomiendo estos ejercicios:
1. TOMA CONCIENCIA DE LOS MOMENTOS EN QUE ALGUIEN TE CUIDA, TE CONSIDERA, TE DA AFECTO O TE APOYA. Pueden ser cosas relativamente triviales, como saludarte por la mañana, darte el paso, abrirte una puerta, mandarte un mensaje de saludo, etc. Es solo que te detengas un momento a saborearlo y no lo ignores. Detenerte a saborearlo quiere decir sentir un ratito la sensación de conexión, los cambios que genera en el cuerpo y en tu respiración, y dejar que se vuelva una experiencia más consciente durante unos 30 segundos o más. Puedes también añadirle una frase como “hmm… este es un momento de conexión, o de cuidado, o de consideración… qué padre”. Esta práctica no consiste en agradecer, esa es la que sigue. Es simplemente sentirte visto, sentirte reconocido y empatizado. Y disfrutarlo un momento.
2. AGRADECER. Esta práctica es parecida a la anterior, pero el énfasis ahora lo pones en reconocer de qué manera te ayuda lo que la persona hace o dice (por ejemplo, me ayuda a aclararme algo que no tenía claro), y a agradecerle por ello. Lo puedes hacer mentalmente y decirle gracias en tu mente, o puedes decirle a la persona gracias por esto.. y le dices qué fue lo que te ayudó de lo que hizo. Puedes enviarle un mensaje. Es una práctica que si haces diario subirá muchísimo de volumen la presencia de otras personas que te ayudan y te hará sentir mucho más gratitud y sentido por la vida.
RESUMEN DE LA SESIÓN
En esta sesión hicimos dos prácticas de emociones positivas: Compasión en tu biografía y Alegría Empática.
Al inicio vimos que el camino que hemos recorrido en la sesiones 1 a 3 de este taller enfocamos en desarrollar emociones positivas con respecto a uno mismo, a partir de conectarnos con experiencias de afecto y también darnos afecto a nosotros mismos. Las tres primeras sesiones tienen como propósito subir el nivel de positividad en nosotros. En esta cuarta sesión comenzamos a cultivar emociones positivas en relación con otras personas, de dos maneras distintas. La primera es recordar momentos de la vida en que hemos sido compasivos, en que tuvimos empatía hacia otras personas, o animales, y les ayudamos o apoyamos de alguna manera. El propósito de esta práctica es cultivar y fortalecer nuestra conexión con la compasión tal como se expresa a través de nosotros. La práctica nos permite también desenredar la expresión de la compasión de aquellos eventos donde se mezcló con otras intenciones, o perdimos la confianza en la compasión y limitamos su expresión.
La segunda práctica, la de alegría empática, consiste en traer a la mente y conectarte con diferentes personas de tu vida, y recordarlos en momentos alegres o felices. La práctica tiene como propósito cultivar la empatía con la alegría de otras personas. En la tradición budista así como en las terapias psicológicas que utilizan esta práctica se explica que el efecto es que nos permite desactivar los patrones de envidia o de indiferencia hacia la alegría de otras personas. Además, al incrementar nuestra capacidad de sentir, empatizar, conectar y celebrar la felicidad ajena, nos hermanamos en la alegría y equilibramos nuestra mirada de la vida de otros.
PRÁCTICAS DE LA SEMANA (AUDIOS)
LA COMPASIÓN EN TU BIOGRAFÍA (33 MIN)
ALEGRÍA EMPÁTICA (18 min)
PRACTICA EN LA VIDA COTIDIANA
TOMAR NOTA DE ACCIONES COMPASIVAS CASUALES
Esta semana te recomiendo observar las acciones compasivas tanto tuyas como de cualquier otra persona. Es simplemente tomar nota mental cuando eres testigo de una acción compasiva. La emociones positivas se cultivan con experiencias y memorias, en la meditación lo hacemos con memorias, en la vida cotidiana te enfocas en las experiencias, sobre la marcha. Cada que te vuelves consciente y tomas nota una acción compasiva realizada por cualquier persona, no importa si es algo muy simple o no. Por ejemplo, hoy en la mañana salí a caminar con mis perros. Me crucé con un vecino que saca a su perro. Me deseó un feliz día, me dio un abrazo (a distancia, con el gesto de abrazar). Se lo devolví. Y tomé nota… esta es una acción compasiva y amable.
A veces las acciones compasivas son gestos amables como este, a veces son acciones más involucradas de ayudar o escuchar, o dar tiempo o algún otro gesto amable casual.
TOMAR NOTA DE LA ALEGRÍA PROPIA Y AJENA
Esta semana también toma nota de los momentos de alegría o felicidad. Puede ser también algo muy sutil o ligero, o alegrías más energéticas, tanto tuyas, como de otras personas. Y di mentalmente… qué bueno que puedas tener este momento de alegría, ojalá tengas muchos.
Y puedes continuar también con las tareas en la vida cotidiana que quedaron en las sesiones previas, si deseas.
OTROS EJERCICIOS SUGERIDOS ESTA SEMANA
Si quieres subirle el nivel a este entrenamiento, te invito a escribir una pequeña biografía de tus actos compasivas en la vida. Así como lo hicimos en meditación, escribe una breve biografía donde e enfoques en recordar y contar los eventos o momentos en que pudiste ayudar a alguien en tu vida, desde la infancia hasta el día de hoy. Recuerda de no mezclar emociones, o sea no meterte con la tristeza, ni la decepción, ni la frustración. No porque niegues el resto de la historia, sino porque estás aprendiendo a poner el ojo y la conciencia en la experiencia e intención de ser compasivo, así como de las acciones que hiciste, y las sensaciones que surgen en ti.
Un par de cuartillas.
Es para ti.
RESUMEN DE LA SESIÓN
En esta sesión vimos que la felicidad puede entenderse como que surge en dos diferentes dimensiones: aquella que experimentamos por cosas que pasan o dejan de pasar, y aquella que experimentamos de relacionarnos con el presente con amor, incondicionalmente. Mencioné dos términos del budismo: Pramodia (o pamoja en el idioma antiguo pali) y Sukkha.
Hicimos primero una reflexión-meditación para contactar cómo es la alegría o la felicidad en nuestra experiencia. ¿Cómo surge la felicidad? ¿A qué llamamos felicidad?
Después hicimos otra reflexión-meditación sobre los apegos. ¿Qué es a lo que nos apegamos que nos impide morar en la cualidad natural de sukkha o felicidad incondicional?
Finalmente hicimos una práctica de amar lo que es, por que sí.
PRAMODIA
Pramodia se refiere a la sensación, físicamente experimentable como placentera, que acompaña a las emociones positivas que surgen de eventos que ocurren y que involucran los sentidos. Es cuando te sientes bien porque algo pasa, o deja de pasar.
Cuando ves, escuchas, hueles, pruebas con el gusto, sientes en el cuerpo o piensas en algo que te agrada, que te gusta o que te da placer, o que satisface alguna necesidad, sientes pramodia en algún nivel. Es la felicidad que surge de condiciones y depende de ellas para surgir. Por consiguiente es una felicidad transitoria ligada al ocurrir de los eventos. Esta felicidad condicional es normal, es parte natural de la vida, porque está ligada a los sentidos y a la bioquímica del placer y los circuitos de recompensa en el cerebro. Incluso en la meditación a menudo sentimos un nivel de pramodia al disminuir el estrés o la ansiedad.
La característica de pramodia es que depende de condiciones para surgir, y cuando estas condiciones pasan pramodia pasa. Es la felicidad o la alegría transitoria natural.
Por las características mismas del cerebro y el organismo humanos (la memoria extendida y el condicionamiento) tendemos a querer repetir las experiencias de pramodia que hemos tenido en el pasado. Buscamos que vuelvan a ocurrir ciertas experiencias, y además cuando ocurren a menudo nos apegamos a ellas, deseando que no terminen, o que vuelvan lo más pronto posible, o que se intensifiquen.
A medida que nos vamos acostumbrando a buscar las experiencias de pramodia y apegarnos a ellas también vamos experimentando una serie de emociones aflictivas que surgen cuando pramodia termina: frustración, decepción, tristeza, ira, etc. A estas emociones en el budismo se les llama “dukkha”. Y sin darnos cuenta vamos construyendo una vida que oscila entre las emociones de pramodia y las emociones de dukkha. Y vamos creando una dependencia psicológica de que las cosas sean de cierta manera, y no de otra.
Usualmente no nos damos cuenta de esto porque es lo más común en los seres humanos. Vivimos en una cultura mayormente diseñada para perseguir el placer a partir de cosas condicionadas: objetos, situaciones, personas, ideas, lugares. Imaginamos que una vida de felicidad es una vida de constante pramodia, y cero dukkha. Lo cual no existe, porque pramodia surge de condiciones inestables y transitorias y por lo tanto pasa como todo pasa. El sufrimiento que causa nuestro apego a pramodia y a las cosas que la generan, puede volverse un constante sentido de insatisfacción que va drenando el sentido de la vida y nuestra capacidad de adaptarnos creativamente a los cambios.
No estamos diciendo que pramodia está mal. Pramodia es la alegría y el placer naturales que surgen de los eventos, cosas, situaciones, y puede ser completamente sana. Por supuesto la persecución obsesiva de pramodia es lo que está involucrado en las adicciones, pero no se trata de eliminar el placer de pramodia, sino de experimentarla como es y soltarla sin apegarnos a ella.
SUKKHA
Por otro lado, sukkha se refiere a la felicidad que surge directamente de relacionarnos con lo que es, sea lo que sea, con aprecio incondicional. Es la felicidad que surge de amar lo que es. Es una mirada positiva y apreciativa y no apegada de lo que sea que esté ocurriendo en la vida. tan como se presenta, cambia, y pasa.
Es incondicional en el sentido de que se puede sostenerse independientemente de las condiciones, circunstancias y eventos que ocurran en la vida. Puede haber sukkha cuando no hacemos nada o cuando estamos en acción. Es un estado mental que se sostiene de manera natural y sin esfuerzo cuando dejamos de apegarnos a que las cosas sean exactamente como las queremos y nos sintonizamos con la realidad como se presenta dentro de un estado mental positivo.
Es una felicidad, o alegría, que no depende de que las cosas sean de cierta manera. Se experimenta más como una positividad que se extiende con facilidad a través de las diferentes circunstancias de la vida y la notamos porque puede estar ahí cuando surge el placer, y cuando se va el placer, y cuando es bastante estable también cuando surge el dolor o cuando se va el dolor. Podemos estar en sukkha aún cuando pasemos por enfermedad o pérdida.
Sukkha por consiguiente implica libertad e independencia. Libertad de amarres ilusorios e independencia de condiciones.
El poeta William Blake (siglo XVIII) tiene este verso que explica los dos tipos de alegría, condicional e incondicional:
Aquel que se apega a una alegría
Destruye una vida con alas.
Mas quien besa al vuelo la alegría
vive en el amanecer de la eternidad.
He who binds to himself a joy
Does the winged life destroy
But he who kisses the joy as it flies
Lives in eternity’s sunrise
William Blake
Sukkha no es una mirada que ve todo de color de rosa, más bien es realista en cuanto a que las cosas surgen y pasan, y que no te puedes apegar al placer que producen justo porque va a pasar. Sukkha es una sensación de estar en equilibrio interno ya sea que tengamos experiencias agradables o desagradables. Solo perdemos sukkha cuando nos apegamos a las experiencias agradables condicionadas.
Este otro verso aclara esto:
El optimismo de la mente creativa persiste
a pesar de los estímulos desagradables.
Ama donde no hay razón para amar,
es feliz donde no hay razón para ser feliz,
crea donde no hay posibilidad de creatividad,
y de esta manera construye un cielo
en medio de la desesperación del infierno.
Sangharakshita
PRÁCTICAS DE LA SEMANA (AUDIOS)
CONCIENCIA PLENA CON SUKKHA
PRACTICA EN LA VIDA COTIDIANA
OBSERVA LA FELICIDAD CONDICIONADA Y BÉSALA AL VUELO
Cuando ocurran experiencias agradables, date cuenta de la alegría o el placer que surge de ellas. Y date cuenta cómo perfuman por un momento tu experiencia, es el disfrute natural. Y a medida que se vayan, déjalas ir sin apegarte a ellas.
También observa los momentos en que tu mente empieza apegarse a las experiencias agradables, y cuando surge dependencia psicológica de estas experiencias para sentirte bien. Date cuenta que la alegría que está fincada sobre cosas, personas y situaciones es normalmente transitoria porque todo es impermanente.
OBSERVA SUKKHA
Todos los días haz una práctica de meditación de sukkha. Siéntate a estar en paz con lo que hay. A amar lo que es como es, transitorio e impermanente. Descubre sukkha como una cualidad de conciencia natural en ti, y que surge en la medida que dejas de apegarte a las alegrías transitorias.
Cuando no puedas contactar Sukkha pregúntate: ¿a qué me estoy apegando? ¿dónde estoy buscando la paz y la felicidad? ¿En un objeto?, ¿en una persona? ¿en una situación? ¿en una circunstancia?
Y suelta… y abrete a lo que es… y nota que al dejar de rechazar y perseguir y aferrarte se va despejando la expectativa y va surgiendo el brillo natural y amable de sukkha.
A medida que te familiarices con sukkha y vuelva la confianza en ella notarás que sukkha también no es solamente un estado que se sostiene en la inacción de la meditación, sino también puede acompañarte cuando haces algo. Te permite mantener una conciencia abierta y un estado mental positivo en la vida cotidiana.
RESUMEN DE LA SESIÓN
En esta última sesión del taller de Emociones Positivas vimos la ecuanimidad.
Comenzamos escuchando un texto budista antiguo (incluido en una pestaña abajo) y luego examinamos a qué se refiere el concepto de ecuanimidad.
Vimos que la ecuanimidad tiene dos dimensiones: por un lado es un estado superior de conciencia que nos permite mantenernos ecuánimes y positivos ante las experiencias agradables o desagradables, y lo cultivamos con las prácticas de meditación de conciencia plena y de emociones positivas. En una pestaña abajo se describe este estado y cómo surge con las prácticas. La segunda dimensión es que desde este estado de conciencia podemos comprender mucho mejor ciertas experiencias que son comunes a los seres humanos, tales como:
ECUANIMIDAD HACIA TU EXPERIENCIA
Este es el aspecto de la ecuanimidad que tiene que ver con cómo te relacionas con tu experiencia personal, interior, de momento a momento: con las sensaciones de tu cuerpo, emociones, pensamientos, y las experiencias sensoriales diversas.
Es un estado de conciencia que te permite estar presente ante las experiencias agradables o desagradables, sin que surjan reacciones de rechazo, o ira, hacia unas, o de apego y deseo hacia otras. No es indiferencia porque es una intimidad profunda con cada instante de experiencia.
Cuando observamos las sensaciones desagradables, que son en general sensaciones físicas en el cuerpo, con ecuanimidad, sin rechazarlas, sin juzgarlas, sin tratar ni desear que cambien, notaremos que son fenómenos transitorios y cambiantes. Es algo muy simple, pero al mismo tiempo muy profundo porque así vamos percatándonos que a menudo la manera en que nos relacionamos con las cosa es fijándolas mentalmente en juicios o historias.
Es una mirada imparcial que durante la meditación puede ser muy profunda y, con la práctica, sostenerse con cierta facilidad o espontaneidad. Nada te perturba, pero al mismo tiempo estás profundamente conectado con la energía de la experiencia momento a momento.
La mente no es agitada ni contraída por nada. Nada te agarra desprevenido. No hay sobresaltos. Lo inesperado es integrado rápidamente, nada es personal. Hay alta resiliencia.
ECUANIMIDAD Y HUMANIDAD COMPARTIDA
La segunda dimensión de la práctica de ecuanimidad es cobrar conciencia, desde la ecuanimidad, de lo que es común al ser humano: nuestra humanidad compartida. Durante la práctica esto es una reflexión casi silenciosa sobre estos cuatro aspectos de la humanidad compartida:
Todos los seres humanos experimentamos la impermanencia. Las cosas son impermanentes (todo surge, cambia y pasa, dependiendo de condiciones) .
Todos experimentamos sensaciones agradables y desagradables.
Todos hacemos lo que podemos para ser felices (aunque a veces el resultado sea contraproducente.
Todos tenemos hasta cierto punto el potencial de entrenar nuestra mente y desarrollar cualidades justo como la ecuanimidad, la claridad, la compasión, etc. Por esto estamos todos en este taller.
TRATA DE SER COMO LA TIERRA
“Trata de ser como la tierra, Rahula; así, cuando surjan contactos agradables o desagradables, no invadirán tu corazón ni se alojarán en él;
De la misma manera que cuando la gente tira cosas limpias o sucias o excremento u orina o escupitajo o pus o sangre en la tierra, la tierra no se siente avergonzada ni humillada ni asqueada.
Trata de ser como el agua, Rahula, como cuando la gente se enjuaga estas cosas con agua, el agua no se siente avergonzada ni humillada ni asqueada.
Trata de ser como el fuego, Rahula: como cuando el fuego quema estas cosas, el fuego no se siente avergonzado ni humillado ni asqueado.
Trata de ser como el aire, Rahula, así, cuando surjan contactos agradables o desagradables, no invadirán tu corazón ni se alojarán en él;
de la misma manera que cuando la gente tira cosas limpias o sucias o excremento u orina o escupitajo o pus o sangre en el aire; el aire no se siente avergonzado ni humillado ni asqueado.
Trata de ser como el espacio, Rahula, así, cuando surjan contactos agradables o desagradables, no invadirán tu corazón ni se alojarán en él, pues el espacio no ocupa un lugar propio.
MEDITACIÓN: PRACTICA DE ECUANIMIDAD
CONCIENCIA PLENA CON ECUANIMIDAD 20 Min
CONCIENCIA PLENA CON ECUANIMIDAD DE LA CONDICIÓN HUMANA (28 Min)